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¿Mi inteligencia ya no sirve?

¿Mi inteligencia ya no sirve?

Gina Tatiana Pérez

9 años de experiencia en marketing y comunicación digital, con experiencia en compañías de diferentes sectores y agencias de publicidad. Coca-Cola, Grupo Éxito y creadora del CMID para Pactia-Conconcreto.

Los avances tecnológicos que hemos visto en cuestiones de IA en los últimos años son cada vez más relevantes y presentan cambios sin precedentes en nuestro trabajo y en nuestra vida, estamos tal vez enfrentando una nueva revolución tecnológica que cambiará al mundo y la manera en que enfrentemos nuestros retos, tal cual como nos pasó con el internet. Sin embargo, a pesar de todos nuestros avances pasados, nunca habíamos inventado algo cuyo objetivo fuera ser lo más similar posible a los humanos en nuestra inteligencia, nuestra capacidad de resolución de problemas, de inventar y de cambiar. 

Y aunque deberíamos estar emocionados por lo que esto nos puede aportar, también es un momento crucial para hacernos preguntas importantes sobre nuestro futuro como sociedad.

¿Las máquinas nos volverán obsoletos y nos quedaremos sin trabajo?

Si bien hemos visto incontables entrevistas en las que expertos hablan de la IA haciendo el trabajo de abogados, redactores, copys, diseñadores, algunas labores médicas y biomédicas, al final en el mediano plazo seguiremos siendo nosotros quiénes le enseñemos a la inteligencia, quienes la alimentemos con información y regulemos su metodología de trabajo, así que la respuesta es la odiosa: sí y no. Es decir, probablemente serán personas/profesionales trabajando con IA quienes desplacen a esas personas/profesionales que no trabajan con IA. Es momento para que todos estemos un paso adelante e investiguemos el futuro de nuestras profesiones porque definitivamente llegó nuevamente el momento de usar y aplicar esa otra palabra que tanto se usó durante la pandemia y que hoy podríamos decir que se ha convertido en un clásico (o un cliché)

REINVENTARSE

Y reinventarnos no se trata solo de aprender nuevas maneras de aproximarnos a nuestro quehacer profesional, sino también en todo lo que implica, por ejemplo, un proceso de selección. Se estima que 3 de 4 Hojas de Vida que se reclutan para aplicar por un puesto de trabajo en Estados Unidos, son clasificadas por IA antes de que lleguen a las manos de las personas de RH y es por esto que muchos tips que se dan ahora para crear una hoja de vida, deben contener palabras claves que ayuden al algoritmo a rankear tu currículum dentro de los favoritos. Esta es una reinvención total.

¿Pronto tendremos un Jarvis de Iron Man en nuestros hogares?

Lo primero que debemos saber es que IA no es algo nuevo, ya lleva en nuestras vidas algunos años y todos hemos usado IA de alguna forma

y ésta tiene un impacto relevante en nuestras vidas, como lo que vemos en Netflix o en redes sociales. Sin embargo, debemos tener en cuenta que aún continuamos usando ANI (Artificial Narrow Intelligence) lo que quiere decir que lo que existe ahora está diseñado para hacer tareas específicas y no se adapta a los cambios representativos. Esto es que si ocurre un imprevisto que no se calculó previamente, probablemente la herramienta no pueda cumplir su propósito o meta para la que fue diseñada o lo haga con fallas. 

Se estima que TAL VEZ en unos 10 años estaremos viendo AGI (Artificial General Intelligence) que es el Jarvis de Iron Man: una inteligencia capaz de resolver problemas, puede aprender y no es completamente robótica.

¿Tener la capacidad de escribir ya no será un skill necesario?

Escribir es una de las características que nos diferencia a los humanos del resto de los seres vivos, pero ahora gracias a tantas y tantas herramientas que han salido para escribir vemos que cada vez nuestro lenguaje se reduce, nuestro nivel de ortografía es cada vez más bajo y escribir bien no pareciera necesario. Así que volvemos a la odiosa respuesta, pero para hacerla menos odiosa le vamos a poner un poco más de contexto: Es muy importante recordar que somos nosotros quienes le enseñamos a la IA y que es ella quien simula ser humana. Pero creo que todos debemos tener esa reflexión personal y hacer un alto en el camino para preservar esas pequeñas cosas que nos hacen humanos. Para algunos, una de esas pequeñas cosas es escribir o usar cualquier forma de arte para expresarse de una manera personal y emocional. Esto no significa que no puedan o deban usar herramientas que los ayuden a lograr este objetivo, solo significa que cada uno debe encontrar el equilibrio en el uso de la IA para su beneficio. 

¿Puede una IA crear código y este código puede ser dañino?

Si, claro. Lo podría hacer incluso ahora ya que los grandes avances de la AGI están hoy basados en la redacción, construcción y composición de textos. Todo depende de las buenas o malas intenciones con las que se le enseñe a esa inteligencia artificial, por lo que presionar a los desarrolladores a ser más éticos es parte de la futura reglamentación necesaria.

Hoy en día compañías como Open AI tienen cientos de seres humanos contratados para enseñar en ética al algoritmo. Esperamos que sean humanos correctos.

Y ahora la tercera pregunta más buscada en internet por estudiantes: ¿Puede Chat GPT escribir mi tesis de grado?

Sí. Sin embargo lo que se viene son los detectores de “marcas de agua” para textos. Esto se debe a que las IA al redactar van generando patrones detectables que permitirían saber si un texto fue escrito por su autor, por una IA, o por los dos. Así que si estabas pensando hacerle trampa al sistema, te recomendamos no hacerlo. 

Los que piden a una IA que les escriba su tesis, seguro se van a graduar y van a encontrar un trabajo. Uno que luego será obsoleto. Los que se dan a la tarea de redactar, pensar y crear también se van a graduar y seguro serán los que terminen programándola.

¿Qué debo tener en cuenta para entender el verdadero impacto social de la Inteligencia Artificial?

La Inteligencia Artificial está presente en todas las profesiones del mundo, hay investigaciones en las que se le enseña a detectar enfermedades, a colaborar en investigaciones de bioingeniería, a crear medicamentos más efectivos y un sin fin de proyectos que sin duda ayudarán a la humanidad a avanzar. Y aunque todo esto suena maravilloso, hay algo que debemos comprender y es que no podemos ser niños de kinder que nos dejamos deslumbrar por el juguete nuevo y brillante sin pensar en las consecuencias que este trae. Si la IA aprende de nosotros, eso significa que aprende lo bueno y lo malo. Esto puede ser bastante problemático, ya que es una tecnología que aunque simula muchos de nuestros procesos cognitivos, no puede por sí sola distinguir entre el bien y el mal y puede resaltar lo mejor de nosotros pero también lo peor. 

Esto obviamente nos indica que debemos ser cuidadosos y que no estamos preparados como sociedad (y menos legalmente) para todo lo que traerá la Inteligencia Artificial. Debemos presionar a las compañías de tecnología para que tengan una política 100% transparente sobre el funcionamiento de esta inteligencia, debemos pedir que en las áreas más importantes del mundo como salud, servicios públicos, empleos y demás en los que se interviene con IA haya una estricta supervisión de esta tecnología, los procesos, su funcionamiento, procesos de evaluación y ciberseguridad. 

No dejemos en manos de todos y de nadie nuestro futuro y aprendamos de los errores que hemos cometido en el pasado con otras grandes invenciones. El futuro no será de las máquinas si nosotros de una vez comenzamos a evaluar todas las posibilidades de avanzar, pero también todas las posibilidades de estrellarnos si vamos muy rápido.